Sin importar el giro de la industria que toquemos existe un objetivo claro, específico y común que se ha vuelto un lenguaje universal: Calidad, y una sorteadora garantizará tu producción.
Toda producción pasa por diversos procesos que involucran diferentes personas, máquinas, ubicaciones, temperaturas, proveedores, suministros y un sinfín de etapas y manos que, aunque sigan protocolos para disminuir los defectos siempre estarán expuestos a alguna variable que ponga en duda la calidad del producto en proceso o terminado.
¿Nuestro negocio es producir? ¿o solucionar errores?
Recordemos: Toda producción es propensa a sufrir fallos en la calidad debido a las diversas condiciones, máquinas y personas que envuelven el proceso. Este es un problema, ya que nuestro negocio es producir, no reparar. En este panorama lo tenemos claro. Necesitamos que alguien haga el trabajo por nosotros sin que comprometa nuestra producción y por ende la de nuestros clientes. Pero podemos estar tranquilos, existen servicios de sorteo que están capacitados para brindarnos ayuda sin perjudicar nuestra reputación.
¿Qué es el sorteo?
El sorteo es un proceso en el cual un conjunto de una producción sospechosa se pone a inspección con el fin de detectar anomalías y separar en grupos como material conforme y no conforme (entre tantas otras clasificaciones, aunque esa es la más general)
Al sortear tu producto puedes aislar los componentes defectuosos antes de que lleguen a otras etapas posteriores del proceso, cliente final etc. De esta manera aseguras que tus clientes se mantengan libres de problemas y tu puedas seguir brindando un servicio que pueda mantenerlos satisfechos.
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Ventajas y beneficios:
Las ventajas de mantener una relación con una sorteadora son múltiples. Pero podemos destacar las siguientes:
– Reduces el número de devoluciones
– Recibes y brindas informes precisos
– Entregas productos de mayor calidad
– La calidad de los proveedores se incrementa
– Mantenemos una relación de confianza con nuestros clientes
Mejora continua; Parte del proceso.
El culminar el proceso de sortear material no es el último paso, ya que dependiendo de las condiciones en las que se encuentren los lotes no conformes deberán ser sujetos a procesos de retrabajo, devoluciones o en el peor de los casos a scrap. Aún si lo último llegara a ser un hecho se debe de tomar la información que nos arroja, identificar las causas del problema y crear un protocolo para evitar que vuelva a suceder.
En conclusión: Una empresa sorteadora es un aliado que nos permite mantener nuestra calidad en el punto óptimo. El beneficio que obtenemos de invertir en este tipo de alianzas es mantener la tranquilidad de nuestros clientes y de la reputación de nuestra empresa.
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