Los clientes siempre esperan una alta calidad. Es decir, la alta calidad siempre va a ser igual o equivalente a una mayor satisfacción del cliente y una mayor posibilidad de asociación continua.
A continuación se presentan 3 factores que deben considerar antes, durante y después de trabajar en un producto para de esta manera garantizar una alta calidad:
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Debida diligencia.
Los errores por no llevar a cabo este factor ocurren muy a menudo y es que cuando un cliente percibe información incorrecta en los documentos esto da paso a un daño de la percepción que este tendrá en cuanto a la calidad del producto.
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Revisión preliminar.
Como consejo usted podría recurrir a una empresa especializada en calidad que revise su trabajo y vea si el cliente hará une revisión preliminar. Realizar este tipo de acciones ayudara a prepararse mejor para cualquier comentario negativo al que se pudiese enfrentar y asimismo evitara escucharlo por primera vez en una reunión. Es bueno criticarse a sí mismo.
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Lecciones aprendidas.
Para hacer esto posible lo recomendable es analizar como sucedió algo y trabajar en evitar que ocurra una segunda vez en el futuro. Siempre es bueno compartir lo que se aprende con los compañeros de equipo.
Finalmente, siempre hay que tener presente que cuando ocurren los mismos errores los clientes suelen impacientarse y eso hace que se afecte negativamente la percepción de estos hacia la calidad de su trabajo.
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